Hace unos días se conmemoraba el “Día de encuentros entre culturas”, y esta semana se estrenó Los asesinos de la luna de las flores, la nueva película de Martin Scorsese, cinta en la cual dirige a sus actores icónicos: Leonardo Di Caprio y Robert de Niro, se preguntarán qué tiene que ver una cosa con la otra, pero la verdad es que mucho y ustedes se darán cuenta porque.
En esta ocasión les traemos una reseña mixta, ya que sus dos chicas Cinecultura (Karla Alcántara y Yulissa Álvarez) tuvimos la oportunidad de ver la película de 3 horas y 26 minutos en una función especial en Caribbean Cinemas de Downtown Center.
La cinta, basada en un libro de David Grann, el cual
a su vez está basado en una historia real que cuenta, desde la perspectiva del
FBI las investigaciones realizadas en torno a unos sospechosos asesinatos en la
nación Osage, Scorsese nos muestra la historia desde otra perspectiva.
Querido lector, déjenos comentarle que el nuevo
largometraje está disponible en todas las salas de Caribbean Cinemas y es una producción de Paramount Pictures.
Pero iniciemos por la sinopsis: Está basada en los hechos
reales y los asesinatos a los nativos de Osage, Oklahoma, Estados Unidos,
durante los años de 1920 cuando comenzó a desarrollarse la riqueza del
petróleo.
Esta película nos lleva al siglo XX, a la comunidad de los Osage, los cuales fueron relegados a lo que en principio se pensó como peor parte de la tierra, pero que terminó siendo la más rica por sus yacimientos de petróleo, lo que terminó por atraer a los norteamericanos, que de una u otra forma querían hacerse con estas tierras.
La cinta nos muestra la parte más vil y despreciable del ser humano, como la codicia y la ambición puede hacer que se extermine toda una comunidad, no hay límites. Los hombres norteamericanos se casan con las mujeres Osage para posteriormente asesinarlas y quedarse con sus tierras, todas orquestado por un solo hombre que se hace pasar como un amigo de los Osage.
Aquí conócenos a King Hale,
interpretado por Robert De Niro, quien desea apropiarse de estas tierras. Es rico y
sarcástico, le encanta manipular su entorno para salir victorioso.
Su sobrino Ernest llega a Oklahoma tras ser cocinero en la
Primera Guerra Mundial, lo incita a que se case con Mollie, interpretada por
Lily Gladstone, para heredar en unos años sus tierras, mediante el matrimonio,
el asesinato o cualquier otro medio necesario.
El matrimonio se basa en un cariño que va creciendo con el
paso del tiempo, pues en efecto Ernest ama a Mollie pero también el dinero, lo que con el tiempo genera desconfianza de Molly hacia su esposo.
El recordado Jack del Titanic, Leonardo Di Caprio, acepta hacer el trabajo sucio de su tío Hale. Es dócil, manipulable y tonto, pero también ambicioso, lo que lo lleva a ser cómplice de muchas atrocidades.
Queremos destacar que , a pesar de que la película es larga, tiene buena narrativa, no podíamos esperar menos de Scorsese, con una fotografía impecable, la ambientación te transporta a esa época. Además qué decir de las interpretaciones, tanto Di Caprio como De Niro siguen dando cátedra en esta materia; sin embargo la actuación que definitivamente más sobresale en esta película es la de Lily Gladstone.
Hemos definido esta película como un film atrapante, con
actuaciones poderosas, y una narrativa construida para la inmersión del
espectador.
Querido lector,
Cine Cultura debe confesar algunas cosas:
¡El final nos sorprendió!
“La cinta está bien lograda, consideramos que Scorsese logra sembrar esa semilla de cuestionamientos y empatía, pero sobre todo muestra una realidad que a veces olvidamos, y es que todos los pueblos que actualmente conocemos están cimentados en la base de la sangre de los nativos. Por cierto no me esperaba la forma en la el director terminó la cinta, magistral la verdad”, Yulissa Álvarez.
“Es una de las mejores películas del año. La composición de cada personaje, su desenlace es extraordinario. Las interpretaciones no dejan ningún cabo suelto. Si De Niro anuncia su retiro mañana, esta sería su obra cumbre. Él no juega con el juicio. Él es ventrículo de toda la historia”, Karla Alcántara.
Es la radiografía de la ambición del ser humano.
Querido lector,
Cuéntanos,
¿Ya la viste?
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