Cocote en la Cinemateca

 

Queridos cinéfilos, déjenme unos minutos para exclamar que Cine Cultura conoció a Vicente Santos y Judith Rodríguez, dos actores nacionales gentiles, amables y que hicieron sentir a sus fanáticos alegres y sonrojados. 

Ellos nos sacaron una sonrisa de oreja a oreja, como dicen en la zona rural de República Dominicana. Y, por supuesto, perdimos la vergüenza y les solicitamos una fotografía que quedará en el recuerdo.

Pero ¿De qué hablamos? La Cinemateca Dominicana proyectó el sábado 22 la película Cocote del director Nelson Carlo y estuvimos disfrutando del filme.



Querido cinéfilo, comencemos por el inicio.

La sinopsis es clara: Alberto es un jardinero en Santo Domingo y debe regresar un fin de semana a Oviedo, Pedernales, su tierra natal por el funeral de su padre que fue asesinado cruelmente. Sin embargo, debe ser partícipe de rituales religiosos, los que conocemos como los rezos de los 9 días, que chocan con sus creencias evangélicas. Ahí encontrará a su hermana Karina buscando venganza contra Martin, interpretado por Pepe Sierra, el villano de la historia.

Extrañamos a Dahiana Acosta de Adopresci, (Asociación Dominicana de Prensa y Crítica), pero Omar nos sumergió a la historia tan criolla y que muestra esa cultura dominicana de la zona rural.

¿Hemos participado en algún ritual? No, por el momento. Pero ver durante casi 1 hora y 40 minutos cómo Alberto debe participar para honrar la memoria de su padre es sentir la piel de gallinita y sumergirnos en esas creencias por la ambientación rural, fotografía claroscuro y música expectante.

La producción cinematográfica fue estrenada en 2017 y Omar nos recordó “Entre tanto bombardeo rosa por el estreno de Barbie, es bueno ver un largometraje del 2017”. Y fue muy acertado, porque revivimos esa joya de película que viajó los 5 continentes a través de los festivales y premiaciones.

Nunca me había sentido tan identificada al ver una película dominicana como hoy en la Cinemateca, ya que la producción cinematográfica aborda las creencias religiosas ante una muerte, la venganza de una familia y la migración hacia la capital.

Querido lector,

Puede contener spoilers. 



Creo que esta entrega de Cine Cultura que hemos titulado como Cocote en la Cinemateca es una de las más íntimas, donde escribimos y plasmamos nuestros sentimientos, emociones y carcajadas. 

Me reí bastante por los ritos de los que siempre escuché, que tanto se hacen en la zona rural del país, como los rezos de los 9 días. Y no es para menos, Nelson abordó esa dominicanidad realista, con personas negras, creyentes de Dios y una leve mirada a la pobreza que a veces es olvidada en el retrato del cine local. También la cotidianidad en Pedernales, Oviedo, como andar en “tubi”, franelas, pantalones cortos y motoconcho.

Nos impactó ver cómo asesinan a los animales para hacer los sancochos y las comidas que se brindan en los rezos, como chivo y pollo. Eran imágenes crudas que el citadino (Santo Domingo) no suele ver con frecuencia.

Debo resaltar que me agradan los detalles que no se eliminaron en postproducción como las moscas, mosquitos, basura, sangre de los animales asesinados para cocinar. Pero, además, la película está subtitulada a inglés. 

Como Barahonera, algo curioso es que Alberto viaja a Pedernales desde la parada de APTRA, pero APTRA no viaja a la región sur. ¡Fue muy chistoso! Lo único que no me agradó fueron los cortes entre las temáticas cortando la fluidez de la narrativa y los cambios bruscos de la imagen en color a blanco y negro. 

Amé que las conversaciones y monólogos de los personajes se caracterizaron por las jergas. “Maldito mangason, tú lo que deberías ser pelotero y no evangélico” fue una de las frases que provocó las carcajadas de los espectadores. 

La gente baila, bebe romo, usa mosquiteros por las noches, con raíces africanas con un sutil desarrollo que la actuación de dualidad entre creer en Dios y la cotidianidad campesina hace a Alberto dudar de lo que realmente es él. Él suele comunicar con la mirada dubitativa y los silencios, brillando por el monólogo de casi 2 minutos de Yuberbi de la Rosa, quien interpreta a Patria.

Karina espera que Alberto se haga cargo del asesino de su padre y haga cumplir la Ley del Talión: diente por diente. Y creo que esto muestra una de las debilidades del sistema policial y judicial de República Dominicana: que los 11.5 millones de dominicanos tengan que tomar la justicia en sus manos para vengar el asesinato de sus seres queridos porque “no soy alguien poderosos ni cuentan con el recurso económico necesario”.

Este pensamiento queda evidenciado en que casi al término del filme, Alberto agarra un machete y a oscuras asesina a Martínez y regresa a su vida capitaleña.



Pero lo mejor, sin dudas, fue que sus protagonistas Vicente Santos y Judith Rodríguez tomaron unos minutos para conversar con el público sobre el detrás de cámaras de la película.

Algo que nos revelaron los protagonistas es que la mayoría del elenco no eran actores experimentados, sino que se auxiliaron de personas de la localidad sureña que ya habían vivido estos ritos. ¡Con razón la película se sintió extremadamente cercana!

Conversar durante unos 5 o 10 minutos con actrices dominicanos que están triunfando tanto en el teatro como en el llamado Séptimo Arte te hace sentir que el público es apreciado.

¡Nos encantó! Ojalá desde la Cinemateca Dominicana o la Dirección General de Cine sigan proyectando películas viejas o añejas como las de antes de la Ley 108-10 y traer a sus protagonistas o directores a un conversatorio de 15 minutos titulado “el detrás de cámaras”.

Pero, querido lector,

Gracias por leer esta nueva entrega de Cine Cultura, pero, además, aún estamos felices y sonriendo porque vivimos nuestro momento de fan.

 

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